Cadáver Exquisito II

Viernes por la noche y la tecnología nos acerca a David, un mendocino amigo (que en realidad no es de Mendoza, sino de Cipolletti). Y del msn, salió este otro cadáver... entre Na, Leo y David (en ese orden).

Caminar por interminables (dos-tres-cuatro) círculos

es noviembre el tiempo de replantearse por qué seguimos, por qué los planetas siguen alineados con el tiempo, es tiempo de preguntarse por qué, por qué?

como leones

garras y dientes que no saben lo que llaman escuchar la conciencia

por qué la vida se esmera en expropiarnos de nuestra naturaleza absoluta? los hombres tenemos naturaleza de cuentos, debemos ser contados por alguien

que me diga como hacer

pinturas, hacer muecas con la boca para gritarte que corre tinta por mis venas

y?

una filosa hoz

¿y quién se atreve a depurar este espacio tan lleno de ecos?

no sé

verdes orquídeas

blancas amarillentadas por todas las palabras que nos sobran

nadie? Eugenio lo anduvo contando por todo este pueblo de mierda

abiertas ventanas

y arcoiris verticales escabulléndose entre su espectro

(y Nadia me roba los numeros)

hombres que lloran

y ríen al ver tanta muerte desparramada en su espalda

por la espalda? y sí, en este pueblo si no te mueren te matan

gritos que gritan

¡llevate mis manos antes que mis letras!

porque sí, nada más

dolosas primeras

que se deshoja de tantas raíces secas

qué cagada, che!

rayos y centellas

¡dejame existir!

y que se mueran los signos de interrogación!

de 80 decibeles

(así tan intangible como una unidad)

no

hay razones para subir escalando

trepando por cada fibra de tu miedo

me perdí

mis páginas doradas

como cuando el perro queda dormido sobre tu falda

no sé dónde? Tal vez en Armenia o en un sueño

de luz blanca y azulina

a lunares azules y naranjas

cuando llegue a 50, será el fin

y no más que unas estrellas

supernovas aburridas de la no-dinámica

a mí?

alargados y lentos bacilos

torpemente enrejados

sí, a vos, parecen decirme estos ingratas. Que se vayan a la mierda. De vuelta

arriba, abajo y atrás

y rodar entre tanto incienso

Y que no vuelvan acá, a menos que sea desde el comienzo.

Los Poetas y Los Poemas